Fabula del Querido Luis o un cielo amarillo con amenaza de luna.


Yo era apenas un pedazo de piel que no sabía de tus manos, unas frases amarradas con rutinas y desprovistas de esperanza, una fruta madura postergada por el sol... debo ser muy sincera, no tenía en mis planes conocerte y compartir nuestros silencios y no te estaba esperando, porque para esperar, el alma debe hacer una pausa ciega y debe también renunciar a la idea del retorno... y entonces mis propias palabras te hicieron un nudo al rededor de mi destino, mis horas querían ser las tuyas y la distancia era una broma siniestra que ignorábamos cuanto podíamos. Yo misma me volví el gesto de todos tus asombros, hice maletas para andar de paseo por tu sonrisa, me quedé viviendo en la continua levedad de tu presencia, me disfracé de humedades jadeantes y besos recortados por la longitud de la ausencia... eran tiempos hermosos aquellos, amasábamos los sueños como un pan del futuro, nos contábamos verdades imprudentes, yo con mi voz, tú con unas letras pequeñitas que llegaban hasta mi corazón como fantasmas. Querido Luis, quizás las miradas de ambos son como estrellas condenadas a brillar sin que ningún telescopio las descubra, islas llenas de unicornios parlantes que adivinan los cielos, un cielo borroso y amarillo con amenaza de luna. Sí, pronto lloverá y nos encontraremos en algún episodio de la noche. Yo te leeré cuentos traídos en barco hacia mi boca y tú fabricarás una forma extravagante de decirme "usted me gusta" Pero no te pongas triste, las luces del amanecer nos aguardan exaltadas, y... ¿Ves ese pedazo de nube? es casi un cometa de azúcar, un anuncio paciente del viento azotándonos la cara. Fue muy bello imaginar perfumes, ahora ningún lugar sobre la tierra se quedará sin conocer nuestro aroma. Durante un tiempo caminaremos aturdidos, mareados de realidad, buscando a tientas y con rabia este sueño perfecto que hacíamos juntos, nos preguntaremos si el otro era solo una figura dramática traída por el mar de las ideas. Nada de eso puede importarnos, porque antes de ti, yo inventaba pájaros que solían morir durante el vuelo y tú me enseñaste a dibujarles alas, antes de ti, yo había echado a  su suerte mi inocencia y tú la obligaste a ponerse de nuevo sus vestidos y a salir a la calle orgullosa de ser mía. No digas adiós así con llantos, mira que antes de mí, tu mundo era estático, cotidiano, predecible, antes de mí, nada sabías de caricias a distancia y euforias compartidas, por eso te presté mi risa, para que hicieras collares y arrumaras planetas, sin que tales acciones tuvieran sentido. Nos hicimos dictadores de un sentimiento imposible, obligado a no ver, a no vivir, a no permanecer. Pospusimos la sensatez (síntoma indiscutible de aburrimiento y pasmo) y nos dejamos arrastrar por la locura... todo cambia al pasar por el perverso túnel de la razón, de los proyectos tangibles, de la magia explicada. Quiero guardar este encuentro de las dos soledades, existir bajo otro techo que me deje escapar... me quedó aquí, mirando el interminable silencio que antecede a los dioses, que anuncia el nacimiento lento de las montañas, solo puedo decirte: " Mis palabras navegaron en ti y se escondieron" " Nos veremos allí, en el cielo amarillo con amenaza de lluvia."

Comentarios

  1. Como siempre leerte es una excelente manera de terminar el día... Gracias !!!

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  2. Me encanta que te haya gustado lectora querida, esas palabras de algún modo, también son tuyas.

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