Magenta


Ya no diré palabras usando tus acentos, 
evitaré las risas desalmadas,
iré a nuestros lugares sin llevar mi sombra. 
Todo será como después.
Las caderas confundidas por tanto sol y tanto aire,
el verbo agrietado por la falta de pronombres,
los silencios espantosos que amenazan la belleza.
Ya no tendré en los labios las migajas de siempre,
inútilmente sudaré presagios,  y melodías oscuras,
soñaré despacio para morir sin prisa.
Sólo hojas en blanco serán los horizontes
y las náuseas nocturnas se cansarán fluir.

Comentarios