Tres lugares.

"No sé porque sin buscarte te encuentro en todos lados, principalmente cuando cierro los ojos."

Esos labios tuyos frescos como el miedo,
la sangre rojo noche, mariposas en las sienes,
las calles apagadas a las dos de la mañana.
Héctor Lavoe cantando entre nosotros,
equivocando la letra, 
haciéndole trampa a su discurso.
Ese día subimos a pasear en nube,
y desde allí miramos otro mundo,
el mundo donde prefieres escuchar dos veces,
porque al hablar temes decir mas de la cuenta.
La despedida prevista, el rostro tenso,
el preguntarse -¿y si lo abrazo?-
el bus que no pasa (no se siente anhelado)
tres cervezas sin alcohol,
cuatro cervezas normales,
un tinto... varias sonrisas,
algunos silencios eran respirados por la charla.
Tantos sitios invadidos en 1...2...3...4 horas
casi un tour hasta la indigencia...
No importó, hubo magia,
de la simple, de esa magia serena,
que escoge un día jueves de cualquier semana
y te espera sentada en las escalas de tu edificio...
Te pongo un beso invisible en la palma de la mano,
un beso lleno mis gestos, de mi energía incurable,
un beso enorme alimentado con música.
Te dejo mi recuerdo cortado en pedacitos,
por si esto fue solo un ¡Hola! ¡Adiós! y gracias...