Alomorfos

                                                                                                        Alb-a Luz Sánchez...

Abriría mis venas con total placidez,
desdeñando la sangre  que falaz vive en su centro.
Despacio, ordenaría mis horas según cada morfema,
de acuerdo a su número, a su género y al modo.
Bordaría con prisa un ajuar de labios a prueba de lluvias,
sembraría entre manojos bocanadas de humo,
y en manadas brutales haría crecer los ríos.
Me hartaría de lumbres y fragancias, 
como quién muere de hambre al mediodía...
Sería yo multiplicada en un abrazo de pulpa,
dulce, acalorada, deliciosa, insolente,
un pedazo del jardín  enfermo entre las sombras,
el temido valle donde sufren las bestias.
Llevaría si acaso un puño abierto sin sal que lo cubra,
y estos ojos infantes para ver con asombro.
En mí los relojes se divierten, fallan, bailan
y no miden el tiempo del primer estertor...
Abriría mis venas con total placidez,
si allí terminara esta tremenda fatiga...
Preferiría sí un descanso largo con textura de fruta,
con aromas de piedra y de semilla callada.
Solo así yo sería la palabra con morfema infinito,
un lexema perfecto capaz de decir todo.